El cantante británico James Morrison está pasando por uno de los momentos más difíciles de vida tras el fallecimiento de su esposa Gill Catchpole.
La pareja del cantante fue encontrada sin vida en su casa de Whitminster, en Gloucestershire, Inglaterra, el día 5 de enero, sólo un día después de que el intérprete publicara una imagen suya en el estudio de grabación anunciando nueva música.
Fuentes cercanas a la familia descartan que las circunstancias de su muerte fueran sospechosas. “Gill fue encontrada el viernes sin vida en su casa de Whitminster. James está destrozado y recibe el apoyo de su familia. Trata de mantenerse entero por sus hijas, pero ha pedido que permitan a la familia llorar esta pérdida en privado”.
La pareja tuvo dos hijas: Elsie, de 15 años, y Ada, de 5. El cantante calificó a su pareja como “su heroína” calificando su historia como “un cuento de hadas”.
El cantante conocí a Gill cuando ella se mudó a casa de la madre de él como alquilada con su novio de entonces. “No fue un inicio fácil, pero lo recuerdo muy romántico. No soy muy romántico, pero el modo en que nos conocimos es como un cuento de hadas” contó en el podcast White Wine Question. La pareja empezó a salir meses después de que Gill rompiera con su novio.