El descubrimiento el mes pasado del primer caso de la enfermedad del ciervo zombi en el Parque Nacional de Yellowstone ha suscitado preocupación por la posibilidad de que esta enfermedad cerebral mortal se propague algún día a los humanos.
El descubrimiento el mes pasado del primer caso de caquexia crónica (CWD) en el Parque Nacional de Yellowstone ha suscitado preocupación por la posibilidad de que esta enfermedad cerebral mortal se propague algún día a los humanos, según algunos científicos.
El cadáver de un ciervo de la zona de Wyoming dio positivo en las pruebas de esta enfermedad priónica altamente contagiosa que también puede causar pérdida de peso, tropiezos, apatía y síntomas neurológicos.
Se ha detectado en ciervos, alces, renos y alces en zonas de Norteamérica, Canadá, Noruega y Corea del Sur.
Los síntomas pueden tardar hasta un año en manifestarse, y algunos la han bautizado como la «enfermedad del ciervo zombi», ya que altera el cerebro y el sistema nervioso de los huéspedes, dejando a los animales babeantes, letárgicos, demacrados, tambaleantes y con una reveladora «mirada perdida», según The Guardian.
Es mortal y no se conocen tratamientos ni vacunas.
Y ahora los científicos hacen sonar la alarma de que podría infectar a los humanos, aunque nunca se ha registrado ningún caso conocido.
Los epidemiólogos afirman que la ausencia de un caso de «contagio» no significa que no vaya a producirse.
La caquexia crónica forma parte de un grupo de trastornos neurológicos mortales que incluye la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), comúnmente conocida como «mal de las vacas locas».