El hecho de que haya salido del país el hombre fuerte de seguridad del oficialismo dice mucho del estado de cosas.
Omar García Harfuch tuvo que salir del país intempestivamente. Fue mucho más que unas vacaciones largas o adelantadas. La semana pasada, según nos cuentan fuentes que vivieron el episodio de primera mano, el hombre fuerte de Claudia Sheinbaum para temas de seguridad recibió una llamada de emergencia: el Centro Nacional de Inteligencia había detectado que el Cártel Jalisco Nueva Generación había desplazado a la Ciudad de México un comando de sicarios con el objetivo de terminar el “trabajo” que dejaron incompleto en junio de 2020: matar a Harfuch.
Según las mismas fuentes, fue el propio general Audomaro Martínez Zapata, cabeza del Centro Nacional de Inteligencia (CNI, antes Cisen), el que tuvo contacto con García Harfuch para notificarle de esta información que obraba en su poder. Y le dio una recomendación: sal del país de inmediato. García Harfuch se puso en contacto con su jefa, Claudia Sheinbaum, le explicó la situación, y ella le dio luz verde. Sin chistar, el exsecretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país tomó vuelo a Europa.
Para el régimen, la amenaza contra Harfuch se trata de un asunto especialmente grave y delicado. Que le suceda algo a Omar García Harfuch, además de la lamentable tragedia personal, significaría también un golpe político brutal para el gobierno y para el partido, en plena campaña. Harfuch ganó la encuesta para ser candidato de Morena a jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se la quitaron por órdenes del presidente AMLO, pero la precampaña le dio una visibilidad aún mayor a la que tenía, se volvió una figura política de primera fila y ahora encabeza la fórmula del oficialismo para el Senado en el 2024. Por si eso no bastara, en la opinión pública se da por hecho que sería el secretario de Seguridad federal o el Fiscal General si Sheinbaum gana la elección presidencial. Cualquier cosa que le pase exhibiría la debilidad del gobierno, de su estrategia contra la violencia, la vulnerabilidad de la candidata presidencial y tiene el destructivo potencial de sacudir el tablero de las campañas.
No ha sido la primera alerta de riesgo que recibe Harfuch desde que en junio de 2020 el Cártel Jalisco Nueva Generación le disparó 600 balas al salir de su casa en las Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México. Según me informan, ha recibido tres o cuatro en distintos momentos, pero una de las fuentes asegura que esta ha sido la de mayor peligrosidad y por la temporada en que sucede, sin duda se trata de la de mayor impacto político, porque en los últimos meses Omar García Harfuch pasó de ser un muy conocido jefe policiaco de uniforme a un político de traje y corbata que ya juega en otra liga de poder en México.
Desde mi punto de vista, el puro hecho de que haya tenido que salir del país a quien el oficialismo presenta como su hombre fuerte de seguridad para el periodo 2024-2030, dice mucho del estado de cosas en México y en la capital que gobernó en los últimos años la candidata presidencial.