El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, mostró este miércoles su «gran preocupación» ante el intento de los rebeldes yemeníes huthis de atacar un barco cargado con combustible en el estrecho de Mandeb, frente a las costas de Yemen.
El portavoz del secretario, Stéphane Dujarric, explicó en una rueda de prensa que este incidente, en el que los huthis habrían lanzado dos misiles contra la embarcación que se dirigía al Canal de Suez, «es preocupante no solo a nivel estratégico geopolítico, sino también a nivel ecológico».
«Se puede imaginar fácilmente la catástrofe medioambiental si un camión cisterna completamente cargado con combustible para aviones explotara en el mar, con el impacto devastador que tendría sobre la ecología en el mar y, por supuesto, sobre los medios de vida de las personas que dependen de la pesca», explicó.
En este sentido, se refirió al petrolero Safer, construido en 1976 y convertido una década después en una instalación de almacenamiento y descarga flotante, al que este verano se le realizaron operaciones de trasvase de crudo al representar una enorme amenaza al ecosistema entero del mar Rojo.
Los huthis, apoyados por Irán, han lanzado varios ataques contra Israel desde el comienzo de la guerra entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) e Israel el pasado 7 de octubre y han amenazado con atacar cualquier buque que sea propiedad o estén operados por empresas israelíes o lleven bandera de Israel en el mar Rojo. Tras ello, secuestraron el buque Galaxy Leader, que sigue retenido.
Asimismo, el grupo anunció el sábado que impedirá el tránsito por el mar Rojo a cualquier barco con destino a Israel hasta que la población de Gaza reciba «toda la ayuda que necesita». «Para garantizar la seguridad de la navegación marítima, advertimos a todos los barcos y compañías que no negocien con puertos israelíes», zanjó el portavoz militar de los huthis, Yahya Sari.